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Recibir esa carta del Ayuntamiento es un jarro de agua fría. Lees el encabezado —»Requerimiento de subsanación» o, peor aún, «Resolución de denegación»— y sientes cómo un nudo se forma en el estómago. Toda la ilusión, el tiempo y el dinero invertidos en tu negocio parecen chocar contra un muro de burocracia.

Pero antes de que cunda el pánico, respira. Una notificación como esta no es el final del camino. De hecho, es una parte contemplada en el procedimiento administrativo. Un «requerimiento de subsanación» es, en realidad, una oportunidad legal que te ofrece la administración para corregir los errores detectados en tu expediente. No es un «no» definitivo, sino una pausa para que puedas poner las cosas en orden. 

Esta guía está pensada para ti, para el emprendedor de Mallorca que se enfrenta a este momento de incertidumbre. Vamos a desglosar, con un lenguaje claro y directo, por qué suelen denegar las licencias y, lo más importante, cómo puedes solucionarlo paso a paso.

¿Por qué me han denegado la licencia? las 5 causas más comunes en Mallorca

Las denegaciones rara vez son aleatorias. Casi siempre responden a motivos concretos que un técnico puede identificar. Estas son las razones más habituales por las que un expediente se paraliza en los ayuntamientos de la isla.

Causa 1: incompatibilidad con el planeamiento urbanístico (PGOU)

Este es el primer filtro y el más importante. Antes de mirar los extintores o los baños, el técnico municipal comprueba una cosa: ¿la actividad que quieres abrir está permitida en esa calle o polígono? La respuesta está en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de tu municipio (Palma, Calvià, Manacor…). Este documento es la ley que dicta qué se puede hacer en cada zona. 

Intentar abrir un taller mecánico en una zona de uso exclusivamente residencial es inviable, por muy perfecto que sea tu local. Si la actividad choca con el PGOU o con el Plan Territorial Insular de Mallorca (PTIM), la denegación es casi segura .

Causa 2: deficiencias graves en el proyecto técnico

Si la ubicación es correcta, el siguiente punto de mira es el proyecto de actividad. Este documento técnico debe demostrar que tu local es seguro y cumple con toda la normativa. Los fallos aquí son muy comunes:

  • Seguridad contra incendios: Rutas de evacuación mal calculadas, falta de extintores, señalización incorrecta o incumplimientos del Código Técnico de la Edificación (CTE). 
  • Accesibilidad: No cumplir con la normativa de eliminación de barreras arquitectónicas es motivo de denegación directa. Rampas inexistentes, baños no adaptados o pasillos estrechos son errores graves. 
  • Aislamiento acústico: Especialmente crítico para bares, restaurantes o talleres. Si no demuestras con un estudio que no vas a molestar a los vecinos, tu licencia estará en peligro. 
  • Instalaciones: Desde un boletín eléctrico incorrecto a un sistema de extracción de humos que no cumple con la normativa de salubridad. 

Causa 3: documentación incompleta, incorrecta o desactualizada

A veces, el problema no es el local, sino el papeleo. La administración es muy estricta, y la falta de un simple documento puede paralizarlo todo. Los errores más tontos y habituales son:

  • Falta del NIF/CIF del titular o de la acreditación de quien representa a la empresa. 
  • No adjuntar el contrato de alquiler o la escritura de propiedad del local. 
  • Olvidarse del justificante de pago de las tasas municipales (ICIO, Tasa por Licencia Urbanística). 
  • Presentar certificados de instaladores (luz, gas…) no autorizados o caducados.
  • No aportar la póliza del seguro de responsabilidad civil obligatoria. 

Causa 4: discrepancias entre el proyecto y la realidad (obras ilegales)

Este es un punto muy delicado. Ocurre cuando pides una licencia para un local que tiene obras hechas sin el permiso correspondiente. Un altillo para almacenar, el cerramiento de una terraza, un tabique movido… Si el técnico municipal visita el local y ve que no coincide con los planos, tienes un doble problema. No solo paralizará tu licencia de actividad, sino que abrirá un expediente de infracción urbanística, que puede acabar en multas importantes y la obligación de demoler lo construido ilegalmente. 

Causa 5: incumplimiento de normativa sectorial específica

Además de las normas generales, cada tipo de negocio tiene las suyas. Ignorarlas es un error fatal. Por ejemplo:

  • Restauración: Normativa higiénico-sanitaria muy estricta para cocinas y manipulación de alimentos.
  • Actividades turísticas: Reguladas por el Govern de les Illes Balears.
  • Talleres e industrias: Normativa medioambiental sobre residuos y emisiones.
  • Espectáculos y locales públicos: Regulaciones específicas de aforos, horarios y seguridad. 

La Ley 7/2013 de actividades de les Illes Balears es la que organiza todo este marco, clasificando las actividades en mayores, menores o inocuas, cada una con sus propios trámites. 

«Requerimiento de subsanación»: tu oportunidad para corregir el rumbo

Ese documento que has recibido no es una condena, sino una notificación formal que te dice qué está mal y te da un plazo para arreglarlo.

¿Qué es exactamente un «requerimiento de subsanación»?

Se basa en el artículo 68 de la Ley 39/2015, la ley que regula el procedimiento administrativo. En pocas palabras, la administración te está diciendo: «Oye, tu solicitud está incompleta o tiene estos fallos. Tienes una oportunidad para corregirlos y que podamos seguir adelante». El documento debe detallar cada deficiencia detectada. 

El plazo de 10 días hábiles: una cuenta atrás que no admite errores

Aquí viene la parte más estresante. La ley establece un plazo general de diez días hábiles para responder. «Hábiles» significa que no cuentan ni sábados, ni domingos, ni festivos. El tiempo empieza a correr al día siguiente de recibir la notificación. Aunque se puede pedir una prórroga, no se concede de forma automática . La estrategia es actuar rápido y bien. 

Las consecuencias de la inacción: archivo del expediente

Si dejas pasar el plazo y no respondes, la administración entenderá que «desistes» de tu petición. Esto significa que tu expediente se archiva y se cierra. Para volver a intentarlo, tendrías que empezar de cero: nueva solicitud, nueva documentación y volver a pagar todas las tasas. Una pérdida de tiempo y dinero totalmente evitable. 

Tu plan de acción: cómo subsanar un requerimiento en Mallorca paso a paso

Afrontar la subsanación exige un método. No se trata solo de contestar, sino de dar la solución técnica y documental que el Ayuntamiento espera.

Paso 1: análisis y diagnóstico profesional del requerimiento

Lo primero no es correr, sino parar y analizar. Un ingeniero experto «traducirá» el lenguaje administrativo del requerimiento a una lista de tareas claras y concretas. ¿El problema es un papel que falta o hay que rediseñar la salida de humos? Un buen diagnóstico es la mitad de la solución.

Paso 2: elaboración del proyecto modificado y la documentación técnica

Aquí es donde el ingeniero se pone manos a la obra. Dependiendo del problema, tendrá que:

  • Modificar el proyecto de actividad: Redibujar planos, recalcular instalaciones o proponer nuevas soluciones constructivas. 
  • Emitir certificados técnicos: Certificar que las instalaciones corregidas (electricidad, incendios, etc.) cumplen ahora con la normativa vigente. 
  • Gestionar informes externos: Si el problema afecta a normativas de sanidad o medio ambiente, se encargará de obtener los informes necesarios.

Paso 3: presentación formal y correcta de la subsanación

Con toda la documentación nueva preparada, hay que presentarla en el Ayuntamiento, ya sea de forma telemática en la Sede Electrónica o presencialmente en una Oficina de Atención al Ciudadano (OAC). Es vital hacerlo dentro del plazo y obtener un justificante de registro de entrada. Este papel es tu prueba de que has cumplido. 

Paso 4: seguimiento proactivo del expediente

El trabajo no acaba al presentar los papeles. Un buen profesional hace un seguimiento activo, contacta con el técnico municipal si es necesario y se asegura de que el expediente no caiga en el olvido, lo que podría llevar a una denegación por silencio administrativo. 

El riesgo de ignorar el problema vs. la tranquilidad de una solución profesional

Puedes intentar solucionarlo por tu cuenta, pero el riesgo es alto. O puedes delegar en un experto y asegurarte de que tu negocio sale adelante.

Consecuencias reales: multas, clausura y responsabilidad

Operar sin licencia o ignorar un requerimiento puede salir muy caro. Las inspecciones llegan, ya sea por rutina o por la denuncia de un vecino o de la competencia. Las consecuencias son serias: 

  • Sanciones económicas: Las multas en Baleares pueden ir desde los 3.000 € por faltas leves hasta los 300.000 € en casos muy graves que pongan en riesgo la seguridad. 
  • Clausura del establecimiento: El Ayuntamiento puede ordenar el cese inmediato de la actividad y precintar el local. 
  • Responsabilidad penal: En el peor de los casos, si ocurre un accidente en un local que no cumplía las normas de seguridad, las consecuencias pueden ser penales para el titular. 

La inversión inteligente: ahorro de tiempo, dinero y dolores de cabeza

Contratar a un ingeniero especializado no es un gasto, es la mejor inversión que puedes hacer en este momento. Te ahorrará los costes de una presentación incorrecta, los meses de facturación que pierdes con el local cerrado y, sobre todo, la incertidumbre y el estrés. Un profesional que conoce la normativa local y los criterios del Ayuntamiento de Palma o Calvià es la vía más rápida y segura para desbloquear tu proyecto.

Tu próximo paso: contacta con un experto en licencias de actividad en Mallorca

No dejes que un trámite administrativo frene tu sueño. El tiempo corre en tu contra. Si has recibido un requerimiento para tu licencia de actividad en Mallorca, es el momento de actuar con una estrategia clara.

Ponte en contacto con nuestro equipo de ingenieros. Analizaremos tu caso sin compromiso y te daremos un plan de acción para subsanar tu expediente y conseguir, de una vez por todas, la licencia que necesitas para operar con total legalidad y tranquilidad.