Recibir esa carta del Ayuntamiento es un jarro de agua fría. Lees el encabezado —»Requerimiento de subsanación» o, peor aún, «Resolución de denegación»— y sientes cómo un nudo se forma en el estómago. Toda la ilusión, el tiempo y el dinero invertidos en tu negocio parecen chocar contra un muro de burocracia.
Pero antes de que cunda el pánico, respira. Una notificación como esta no es el final del camino. De hecho, es una parte contemplada en el procedimiento administrativo. Un «requerimiento de subsanación» es, en realidad, una oportunidad legal que te ofrece la administración para corregir los errores detectados en tu expediente. No es un «no» definitivo, sino una pausa para que puedas poner las cosas en orden.
Esta guía está pensada para ti, para el emprendedor de Mallorca que se enfrenta a este momento de incertidumbre. Vamos a desglosar, con un lenguaje claro y directo, por qué suelen denegar las licencias y, lo más importante, cómo puedes solucionarlo paso a paso.
Las denegaciones rara vez son aleatorias. Casi siempre responden a motivos concretos que un técnico puede identificar. Estas son las razones más habituales por las que un expediente se paraliza en los ayuntamientos de la isla.
Este es el primer filtro y el más importante. Antes de mirar los extintores o los baños, el técnico municipal comprueba una cosa: ¿la actividad que quieres abrir está permitida en esa calle o polígono? La respuesta está en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de tu municipio (Palma, Calvià, Manacor…). Este documento es la ley que dicta qué se puede hacer en cada zona.
Intentar abrir un taller mecánico en una zona de uso exclusivamente residencial es inviable, por muy perfecto que sea tu local. Si la actividad choca con el PGOU o con el Plan Territorial Insular de Mallorca (PTIM), la denegación es casi segura .
Si la ubicación es correcta, el siguiente punto de mira es el proyecto de actividad. Este documento técnico debe demostrar que tu local es seguro y cumple con toda la normativa. Los fallos aquí son muy comunes:
A veces, el problema no es el local, sino el papeleo. La administración es muy estricta, y la falta de un simple documento puede paralizarlo todo. Los errores más tontos y habituales son:
Este es un punto muy delicado. Ocurre cuando pides una licencia para un local que tiene obras hechas sin el permiso correspondiente. Un altillo para almacenar, el cerramiento de una terraza, un tabique movido… Si el técnico municipal visita el local y ve que no coincide con los planos, tienes un doble problema. No solo paralizará tu licencia de actividad, sino que abrirá un expediente de infracción urbanística, que puede acabar en multas importantes y la obligación de demoler lo construido ilegalmente.
Además de las normas generales, cada tipo de negocio tiene las suyas. Ignorarlas es un error fatal. Por ejemplo:
La Ley 7/2013 de actividades de les Illes Balears es la que organiza todo este marco, clasificando las actividades en mayores, menores o inocuas, cada una con sus propios trámites.
Ese documento que has recibido no es una condena, sino una notificación formal que te dice qué está mal y te da un plazo para arreglarlo.
Se basa en el artículo 68 de la Ley 39/2015, la ley que regula el procedimiento administrativo. En pocas palabras, la administración te está diciendo: «Oye, tu solicitud está incompleta o tiene estos fallos. Tienes una oportunidad para corregirlos y que podamos seguir adelante». El documento debe detallar cada deficiencia detectada.
Aquí viene la parte más estresante. La ley establece un plazo general de diez días hábiles para responder. «Hábiles» significa que no cuentan ni sábados, ni domingos, ni festivos. El tiempo empieza a correr al día siguiente de recibir la notificación. Aunque se puede pedir una prórroga, no se concede de forma automática . La estrategia es actuar rápido y bien.
Si dejas pasar el plazo y no respondes, la administración entenderá que «desistes» de tu petición. Esto significa que tu expediente se archiva y se cierra. Para volver a intentarlo, tendrías que empezar de cero: nueva solicitud, nueva documentación y volver a pagar todas las tasas. Una pérdida de tiempo y dinero totalmente evitable.
Afrontar la subsanación exige un método. No se trata solo de contestar, sino de dar la solución técnica y documental que el Ayuntamiento espera.
Lo primero no es correr, sino parar y analizar. Un ingeniero experto «traducirá» el lenguaje administrativo del requerimiento a una lista de tareas claras y concretas. ¿El problema es un papel que falta o hay que rediseñar la salida de humos? Un buen diagnóstico es la mitad de la solución.
Aquí es donde el ingeniero se pone manos a la obra. Dependiendo del problema, tendrá que:
Con toda la documentación nueva preparada, hay que presentarla en el Ayuntamiento, ya sea de forma telemática en la Sede Electrónica o presencialmente en una Oficina de Atención al Ciudadano (OAC). Es vital hacerlo dentro del plazo y obtener un justificante de registro de entrada. Este papel es tu prueba de que has cumplido.
El trabajo no acaba al presentar los papeles. Un buen profesional hace un seguimiento activo, contacta con el técnico municipal si es necesario y se asegura de que el expediente no caiga en el olvido, lo que podría llevar a una denegación por silencio administrativo.
Puedes intentar solucionarlo por tu cuenta, pero el riesgo es alto. O puedes delegar en un experto y asegurarte de que tu negocio sale adelante.
Operar sin licencia o ignorar un requerimiento puede salir muy caro. Las inspecciones llegan, ya sea por rutina o por la denuncia de un vecino o de la competencia. Las consecuencias son serias:
Contratar a un ingeniero especializado no es un gasto, es la mejor inversión que puedes hacer en este momento. Te ahorrará los costes de una presentación incorrecta, los meses de facturación que pierdes con el local cerrado y, sobre todo, la incertidumbre y el estrés. Un profesional que conoce la normativa local y los criterios del Ayuntamiento de Palma o Calvià es la vía más rápida y segura para desbloquear tu proyecto.
No dejes que un trámite administrativo frene tu sueño. El tiempo corre en tu contra. Si has recibido un requerimiento para tu licencia de actividad en Mallorca, es el momento de actuar con una estrategia clara.
Ponte en contacto con nuestro equipo de ingenieros. Analizaremos tu caso sin compromiso y te daremos un plan de acción para subsanar tu expediente y conseguir, de una vez por todas, la licencia que necesitas para operar con total legalidad y tranquilidad.